Un vaporizador herbal es un dispositivo que calienta hierbas o plantas a una temperatura suficiente en la cual liberan sus aromas y compuestos activos en forma de vapor. En este proceso la planta no se quema ni existe combustión, y por lo tanto no se produce humo. Aunque el vapor en ocasiones puede ser denso y tener la apariencia del humo, éste contiene muchas menos o ninguna de las partículas tóxicas asociadas con la combustión.
Un vaporizador herbal no tiene semejanza alguna con los vapeadores o cigarros electrónicos. No utiliza cartuchos, aceites, líquidos, ni ningún otro producto previamente envasado o procesado. Tampoco deben utilizarse con tabaco. Sólo pueden y deben utilizarse con materiales botánicos secos que el usuario adquiera en tiendas de herbolaria o que cultive por su cuenta, y bajo su criterio y responsabilidad.
Las plantas y árboles contienen aceites esenciales volátiles, muchos de los cuales percibimos como aromas. Muchos de estos aceites no sólo son agradables al olfato, sino que pueden tener un efecto perceptible en nuestra salud y bienestar. El aceite de lavanda, por ejemplo, calma los nervios y mejora el sueño. A lo largo de la historia los aceites esenciales del eucalipto, romero, manzanilla, jazmín, salvia y otras plantas han sido usadas por sus efectos benéficos en el organismo humano.
También puede ser usado por chefs como método para aplicar calor controlado a hierbas y especias para liberar aromas y sabores que de otra manera sería imposible recolectar, o que se destruirían durante la cocción.
Aquí puedes conocer algunas de las plantas que pueden ser utilizadas en los vaporizadores herbales Arizer, así como sus temperaturas recomendadas:
Cáscara de Naranja
130 a 160 ºC
Hoja de Menta
130 a 160 ºC
Flor de Anís
130 a 160 ºC
Cáscara de Limón
130 a 160 ºC
Flor de Lavanda
130 a 160 ºC
Canela
130 a 160 ºC
Manzanilla
130 a 160 ºC
Flor de Jazmín
130 a 160 ºC
Zarzaparrilla
130 a 160 ºC
Hierbabuena
130 a 160 ºC
Eucalipto
130 a 160 ºC
Hierba de Limón
130 a 160 ºC